Nadal tardó tres horas en doblegar al joven Sinner. (Foto: @rolandgarros)

Nadal sufrió ante el combativo Sinner y ya espera a Schwartzman

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Rafael Nadal se clasificó en el frío de la noche otoñal parisina, y sin espectadores que transmitieran un poco de calor, para las semifinales de Roland Garros. No se lo puso fácil la joven promesa italiana Jannick Sinner y necesitó de tres horas (7-6(4), 6-4, 6-1) en la madrugada del miércoles.

La eterna batalla entre Diego Schwartzman y Dominic Thiem provocó que el partido de Nadal -el número 100 en París- no arrancara hasta cerca de las 23.00 horas, un horario más propio del US Open o del Abierto de Australia que del grande parisino. Pero bajo la luz de los focos de la Philippe-Chatrier al doce veces ganador tampoco le tembló el pulso pese a la resistencia que encontró de su rival.

Habituado a triturar muchos sueños de jugadores prometedores, Nadal también se cruzó en el camino del combativo Sinner, de 19 años, pero éste fue una amenaza real en el primer parcial, donde tuvo servicio para adjudicárselo, o en el segundo donde fue también con break arriba.

Pero Nadal demostró que su condición de rey de la tierra batida y de este torneo en especial no es casualidad. Apoyado en un drive que tardó en despertar, acabó martilleando a su rival y su resistencia, y siempre encontró la forma de evitar las "trampas" del tenista italiano, que finalmente terminó por rendirse en el tercer parcial y tras rozar las tres horas de encuentro y las dos de la madrugada.

Sinner asumió sin complejos el reto de medirse por primera vez a Nadal y la pista favorita de éste. Con un poderoso drive y un afilado revés a dos manos cruzado, plantó cara y aguantó incluso esos largos peloteos que casi siempre suelen caer del lado del número dos del mundo, que tras cuatro "aperitivos", se encontraba con su primer oponente serio.

Sin hallar su mejor tenis, Nadal sufrió y se vio incluso contra las cuerdas cuando Sinner le rompió en el undécimo juego. El italiano no había concedido ni una sola bola de rotura y parecía que podría cerrar el set, pero entonces apareció el drive de Rafa para acudir al rescate, lograr el ansiado break y forzar una muerte súbita donde su mejor golpe continuó haciendo daño a su rival.

El italiano pidió atención médica para su pierna derecha, pero no acusó el golpe. A base de golpes ganadores, sobre todo con el "cañón" de su derecha, siguió dando guerra en un duelo que elevaba su nivel y que se le volvía a poner de cara con otra rotura en el cuarto juego para ponerse 3-1.

Pero de nuevo, Nadal se agarró a su experiencia, aguantó y rompió en el siguiente juego para volver a igualar las cosas ante un rival, cuyo rostro empezaba ya a demostrar cierta frustración. Esta se consumó cuando volvió a ceder su servicio en el noveno juego pese a dominar 40-15, con algo de suerte también a favor del actual campeón, que luego cerró el 2-0.

Eso fue el principio del fin para Sinner, que bajó los brazos y dio paso a más errores, mientras que el 12 veces campeón no aflojaba para firmar sin problemas el pase a su trigesimocuarta semifinal de Grand Slam, la decimotercera en París, una ronda en la que nunca ha perdido y a la que llega con sensaciones al alza en su tenis y sin todavía haber cedido un set.

Ahí, se medirá ahora con el argentino Diego Schwartzman, su verdugo hace unas semanas en Roma, y que evitó ya casi un clasico en la arcilla roja francesa con el austriaco Dominic Thiem después de seguramente el mejor partido del torneo hasta el momento.

Cinco horas y diez minutos estuvieron en la Philippe-Chatrier el duodécimo favorito y el campeón del último US Open para decidir el primer semifinalista de Roland Garros, una 'batalla' solventada por el argentino tras cinco apasionantes mangas por 7-6(1), 5-7, 6-7(6), 7-6(5) y 6-2.

Thiem, finalista en las dos últimas ediciones, no pudo contener a Schwartzman, que supo mantener la calma en un partido donde casi siempre dio la sensación de estar un punto por encima de su rival, que supo resistir con algo menos de energía tras su maratón en octavos ante el francés Hugo Gaston.

El cuadro femenino

Por otro lado, en el cuadro femenino se decidieron también las dos primeras semifinalistas, premio para la joven polaca Iga Swiatek, verdugo de Simona Halep y que se deshizo fácilmente (6-3, 6-1) de la italiana Martina Trevisan, que puso fin a una aventura iniciada desde la previa.

Sí continuará con su sueño la qualy argentina Nadia Podoroska, que dio la sorpresa al eliminar a la ucraniana Elina Svitolina, tercera favorita, por 6-4, 6-2.

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