Zizou, un entrenador querido y respetado de forma excepcional. (Foto: @LaLigatv)

Sergio Ramos, el capitán de hierro de un Real Madrid que nunca se derrumbó

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El Real Madrid alzó este jueves su trigesimocuarto título liguero, un logro basado principalmente en la recuperación de su 'vieja guardia', una solidez defensiva reflejada en la mejor versión de Thibaut Courtois, y la aportación goleadora de Karim Benzema.



El equipo madridista recuperó un trono del que había estado muy lejos, casi a la veintena de puntos del campeón, el FC Barcelona, en los dos últimos años, y después de haber vivido una turbulenta campaña 2018-2019 donde no sobrevivió a la pérdida de Cristiano Ronaldo y de Zinedine Zidane. El francés, en cambio, sólo tardó 10 meses en volver para intentar reflotar una nave que parecía a la deriva y con un ciclo ganador exhausto de ganar.

Para ello, el club no acometió la renovación que se esperaba y fichó únicamente a seis futbolistas, pero sólo a uno, Eden Hazard, que realmente podía ilusionar a su exigente afición, necesitada seguramente de un relevo de la voracidad de 'CR7'. Sin el portugués, el equipo se había quedado en 63 goles ligueros en 2018-19, menos de dos de media por partido, y el belga no iba a cubrir ese vacío, pero sí iba a ofrecer un talento siempre muy bien visto en la grada.

Pero el ex del Chelsea no ha resultado clave en esta conquista. Hazard apenas ha podido participar y ha sumado un gol en 16 partidos, siendo sustituido en once, por culpa de dos lesiones, una en noviembre y otra en febrero. Antes, su aparente falta de forma tampoco le permitió ser lo decisivo que se esperaba.

Los otros cinco fichajes tampoco fueron indiscutibles. Alphonse Areola cumplió cuando le tocó sustituir a la mejor versión de Thibaut Courtois, Eder Militao no tuvo muchas oportunidades por el buen rendimiento de la pareja Sergio Ramos-Varane, Ferland Mendy se alternó con un Marcelo al que Zidane ha querido recuperar, Rodrygo tuvo una buena irrupción para posteriormente perder protagonismo y recuperarlo tras el parón, y Luka Jovic dejó reducida su fama de '9' a dos goles, un papel residual y alguna polémica.

Sin embargo, Zidane lo compensó recuperando el mejor nivel de los futbolistas más veteranos y que en la anterior temporada no habían dado la talla, sobre todo sus centrocampistas, y tampoco se olvidó de dar oportunidades a todos cuando la ocasión lo requería, dejando de lado cualquier atisbo de polémica como con Bale o James. Jugaron los 25 de la primera plantilla y, a falta de la última jornada, 21 de los 23 de campo han marcado y sólo Militao y Brahim no lo han hecho.

Así, en defensa, con Courtois cerca del portero que brilló en el Atlético de Madrid, Carvajal, Sergio Ramos, que pasó de alterar a la institución con su posible marcha a China para convertirse en el segundo máximo goleador con 10 tantos, y Varane fueron prácticamente inamovibles, mientras que en el medio, Casemiro, Modric y Kroos volvieron a ser sus 'jefes' principales.

El brasileño, sin sustituto natural, fue de los que más minutos acumuló y fue titular en 34 de los 37 partidos disputados, mientras que el croata y, sobre todo, el alemán, fueron los que más elevaron su rendimiento respecto al año anterior.

Además, estos dos últimos no pudieron 'relajarse' por la irrupción de Fede Valverde. El uruguayo fue una de las apuestas de 'Zizou' y este le respondió adecuadamente ganándose su derecho a pugnar por un puesto de titular gracias a su generoso despliegue físico. El técnico madridista también consiguió recuperar para la causa a Isco.

Y arriba fue donde más variedad hubo, salvo en el puesto de '9'. Karim Benzema continuó siendo fijo (35 partidos como titular) para su técnico, que mantiene una fe ciega en su compatriota, y el delantero replicó con una gran temporada, siendo su mejor goleador (21) y su mejor asistente (8).

El de Lyon demostró ser un delantero centro atípico, pero su protagonismo y relevancia en su segunda temporada sin la presencia de Cristiano Ronaldo creció exponencialmente, aunque su cifras anotadoras no hayan sido excelsas.

A su lado, Zidane alternó tanto el 4-3-3 como un once con cuatro centrocampistas o incluso con cinco como se pudo ver en la Supercopa donde faltaron Benzema y Hazard. Cuando apostó por lo primero, Vinicius, Rodrygo y Bale fueron los elegidos, y los dos jóvenes brasileños dieron mejor nivel que el galés.

Vinicius dio un paso adelante y gozó de más confianza de un Zidane que parece que opta más por la paciencia tanto con él como con su compatriota para que acaben de alcanzar una madurez que aún no poseen.

En cambio, con el de Cardiff continuó lo que se atisbaba en el verano durante la pretemporada cuando el futuro del británico parecía alejarse del club. El francés no le descartó y le dio oportunidades, pero Bale no pudo ser regular y tampoco la grada le perdonó detalles como la famosa bandera 'Gales, golf, Madrid. En ese orden' con la que posó junto a su selección para celebrar el pase a la Euro 2020.

Diez goles en Liga desde la marcha de Cristiano, sólo dos este año, tampoco le han ayudado, y en el parón apenas ha contado, siendo más protagonista por sus imágenes en el banquillo.

Con estos mimbres, el Real Madrid fue el más regular de los 20 participantes, aunque fue tras el parón cuando consiguió la racha que le ha dado finalmente el título con sus diez victorias seguidas. El último entrenador que había firmado algo similar era precisamente Zidane, que encadenó 12 para acabar la Liga 2015-16 y firmar casi una remontada épica.

Para esta conquista,, el conjunto madridista no firmó un fútbol tan demoledor como al que estaba acostumbrado y ni siquiera pudo acercarse a las cifras goleadoras de su anterior título liguero (106). Tras ganar al Villarreal, su contador anotador está de momento en 68, pero lo ha compensado con una fiabilidad defensiva poco conocida en los últimos años.

Sólo 23 tantos, la menor cifra desde la 87-88 (22), ha encajado hasta el momento para ser la mejor defensa del campeonato, en buena medida gracias a la mejor versión de un Courtois que pasó de la crítica tras el empate ante el Brujas en octubre a ser pieza vital con sus paradas y tener en sus guantes prácticamente el Trofeo Zamora. En 19 partidos ha dejado el Real Madrid su portería a cero, clave para luego imponer su mayor calidad arriba como ha demostrado tras el parón.

También ha sido importante en la consecución del título el buen rendimiento a domicilio, con 37 puntos gracias a once victorias, cuatro empates y tres derrotas (Mallorca, Levante y Betis), mientras que en el Bernabéu volvió a tener dudas con cuatro empates (Valladolid, Betis, Athletic y Celta), aunque no perdió ningún encuentro.
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