Real Madrid y Liverpool, las cartas secretas de Zinedine Zidane y Jürgen Klopp

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Zinedine Zidane viajó a Kiev con todos sus efectivos, la Unidad A y la Unidad B del Real Madrid. El entrenador del Real Madrid convocó a toda la plantilla para la final de la Liga de Campeones frente al Liverpool.

- Porteros: Keylor Navas, Casilla y Luca.

- Defensas: Carvajal, Vallejo, Ramos, Varane, Nacho, Marcelo, Theo y Achraf.

- Centrocampistas: Kroos, Modric, Casemiro, Llorente, Asensio, Isco, Kovacic y Ceballos.

- Delanteros: Cristiano Ronaldo, Benzema, Bale, Lucas Vázquez y Mayoral.



Zinedine Zidane ha sido muy cauto el jueves y viernes en ofrecer datos sobre su dibujo táctico y estratégico. Inicialmente puede pivotar sobre un 1-4-3-3, un 1-4-4-2, o proyectarse en dibujos más sofisticados como un 1-2-1-4-1-2.

En el último caso, en la agenda de Zinedine Zidane, hubo las siguientes reflexiones en sus últimas pruebas. Las primeras notas ante la final:

- Portero: Keylor Navas. Tiene todo su apoyo. El entrenador ha logrado además una línea directa de Florentino Pérez con el jugador. Es una de las figuras indiscutibles de este Real Madrid. El Gato, con reflejos y arrojo para quitar el balón de las botas en las jugadas decisivas. Es un peligro para él la capacidad del Liverpool en sus ataques en tromba con el balón alto.

- Defensas: La idea de Zidane es una pareja de centrales en misión de riesgo. Atacando en los lanzamientos a balón parado con la misión de correr a máxima velocidad para recuperar su misión esencial, la defensa. Una misión compleja que Varane y Sergio Ramos asumen con eficacia. Su rol es decisivo de nuevo en esta final. 

- Pivote defensivo: A Zidane le gusta Casemiro con su especial sentido de la responsabilidad.

- Centrocampistas: La novedad de una línea móvil de cuatro posiciones sumando laterales puros con centrocampistas. Claves en la presión y los rombos. De ellos depende lanzar el balón con fuerza y precisión para desgastar al rival. Carvajal, Marcelo, Modric y Kross en las notas iniciales de Zidane.

- Pivote ofensivo: La posibilidad dejar a Isco en una posición avanzada con total libertad.

- Delanteros: Gareth Bale y Cristiano Ronaldo ante un partido decisivo e histórico. Al margen de últimos cambios, Zidane ha logrado que lleguen en plena frma para el partido cumbre de la temporada.

Jürgen Klopp, 50 años, pasión por la acción

La final de la Liga de Campeones que mide este sábado al Real Madrid y al Liverpool es también una batalla táctica entre sus dos técnicos, ambos de personalidades diferentes, pero cuya apuesta es siempre mirando hacia la portería rival.

Zinedine Zidane, a menos de un mes de cumplir 46 años, y Jürgen Klopp, que también en junio cumplirá años, 51, son grandes responsables de que sus dos equipos hayan podido plantarse en la gran final del Olímpico de Kiev, cada uno con sus armas y después de un año donde no han brillado en sus respectivas ligas.

Ambos tienen caracteres diferentes. Zizou está alejado de esa figura en ocasiones nerviosa y que era capaz de perder los nervios cuando fue considerado uno de los mejores futbolistas del mundo, y apenas se le ha visto levantar la voz o perder la sonrisa desde que accedió al banquillo madridista.
Klopp, también sonriente y afable, en cambio, es más eléctrico en la zona técnica, donde ha trasladado el carácter que mostraba en su carrera futbolística de menor brillo que el que ha tenido como entrenador. "Soy la confianza personificada. Si yo conseguí llegar hasta aquí, entonces cualquiera lo puede lograr", se definió una vez el técnico alemán, metódico donde los haya y que pasó de ser delantero en sus inicios a un aguerrido defensa.

Su paso por los banquillos los comenzó en el modesto Mainz 04 con 34 años para luego pasar al Borussia Dortmund donde con una plantilla de más calidad fue capaz de interponerse en la hegemonía del Bayern y de incluso rozar la segunda Liga de Campeones del club.

Su gran trabajo en el conjunto borusser, al que hizo campeón alemán en dos temporadas seguidas (2010-2012), además de una Copa (2012) y dos Supercopas (2013 y 2014), y con el que disputó la final de la Champions de 2013, perdida ante el Bayern por 2-1, le hizo ser considerado como futurible para otro grande de Europa, incluido su rival de este sábado.



Finalmente, tras dejar el Dortmund tras la campaña 2014-2015, recaló en el Liverpool en octubre de 2015 en sustitución del destituido Brendan Rodgers. El alemán encajó a la perfección en la mística del club red y de Anfield y es un auténtico ídolo para la afición del pentacampeón de Europa, al que en su primer año llevó a la final de la Liga Europa, perdida ante el Sevilla (3-1).



Desde entonces, bajo el mando de este licenciado en Ciencias del Deporte por la Universidad Goethe de Fráncfort, el equipo de la ciudad de los Beatles ha ido mejorando bajo su mando y ahora intenta ser el primero en acabar con el reinado del Real Madrid, amparado en el trepidante fútbol que ha inculcado a su plantilla.

Su buen hacer se refleja en la estadística que dice que ha sido capaz de ganar en ocho de sus 14 enfrentamientos con Pep Guardiola, entre ellos los dos con los que eliminó al Manchester City en los cuartos de esta Champions, pese a no tener apenas el balón.

Zidane, 45 años, la plenitud creadora

Esto es un claro aviso de su capacidad táctica para un Zidane que reconoció que no le conoce "personalmente", pero que alabó en la previa "el formidable trabajo" que hace. Menos lenguaraz que el de Stuttgart, en ocasiones contundente en sus declaraciones, el técnico de Marsella intenta mantener su impoluta racha y sumar su noveno título, ocho de ellos en finales a uno o dos partidos.

Nadie ha sido capaz de ganarle una final a Zizou desde que este llegase al cargo a inicios de 2016. Desde entonces, dos Champions, dos Supercopas de Europa, dos Mundiales de Clubes y una Supercopa de España adornan un palmarés al que añade la victoria en LaLiga Santander de 2016-2017.

Conocido por su capacidad para manejar un vestuario repleto de estrellas, lo que parece destacar más por encima de su habilidad en los planteamientos, Zidane tiene otra dura prueba para salvar una campaña gris, donde pese a la irregularidad liguera o la eliminación en la Copa del Rey ante el Leganés perdiendo en el Santiago Bernabéu, nunca lanzó una crítica pública a su vestuario y siempre mantuvo el optimismo que lidera su sonrisa y tono bromista en casi todas sus ruedas de prensa.

Su fidelidad a sus jugadores se vio reflejada este año donde pese a que el equipo no firmaba buenas actuaciones, fue tajante al cerrar la llegada del portero Kepa Arrizabalaga, uno de los pocos momentos de la campaña en los que levantó el tono de su discurso junto a la negativa de hacer pasillo al FC Barcelona.

Carismáticos como Diego Pablo Simeone, Jorge Sampaoli o Jose Mourinho y más tranquilos como Massimiliano Allegri o Ernesto Valverde no han podido con él, el siguiente en intentarlo será el rock de Jürgen Klopp, encargado de evitar que iguale precisamente a una leyenda del club red como Bob Paisley, único entrenador junto a Carlo Ancelotti, en tener tres Copas de Europa como técnico.
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