Mauricio Pochettino frente a Jürgen Klopp, desafío total en Madrid

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La final de la Liga de Campeones que mide este sábado al Tottenham y al Liverpool es también una batalla táctica y de estilos entre sus dos técnicos. Dos maneras distintas de entender el fútbol y con personalidades diferentes, pero demostrando que son dos entrenadores que mantienen la fe hasta el final.



Mauricio Pochettino, de 47 años cumplidos hace dos meses, y Jürgen Klopp, que en junio cumplirá 52 años, son dos de los grandes responsables del éxito cosechado por sus dos plantillas, gracias a la gran gestión de estas. Además, ambos han realizado un gran papel en la liga, los reds, a punto de arrebatar el título al Manchester City, y los londinenses, cumpliendo el objetivo de meterse en puestos Champions y peleando hasta el último tercio.

Ambos parecen tener caracteres diferentes. Pochettino es mucho más tranquilo y con pocas muestras de nerviosismo durante el partido. Hasta que la situación lo merece, como el pase a la final, donde se le pudo ver derrumbado, llorando sobre el césped, o cuando tiene que levantar la voz en momentos de crisis, así como para arengar a sus futbolistas.

Klopp podría parecer todo lo contrario. Aunque también sonriente y afable, es mucho más excéntrico y eléctrico en la zona técnica, un carácter que ha sabido imprimir a sus futbolistas e incluso a la filosofía del club. "Soy la confianza personificada. Si yo conseguí llegar hasta aquí, entonces cualquiera lo puede lograr", se definió una vez el técnico alemán, muy metódico y que pasó de ser delantero en sus inicios a un aguerrido defensa.

Su paso por los banquillos los comenzó en el modesto Mainz 04 con 34 años para luego pasar al Borussia Dortmund donde con una plantilla de más calidad fue capaz de interponerse en la hegemonía del Bayern y de incluso rozar la segunda Liga de Campeones del club.

Su gran trabajo en el conjunto borusser, al que hizo campeón alemán en dos temporadas seguidas (2010-2012), además de una Copa (2012) y dos Supercopas (2013 y 2014), y con el que disputó la final de la Champions de 2013, perdida ante el Bayern por 2-1, le hizo ser considerado como futurible para otro grande de Europa, como el Real Madrid.

Finalmente, tras dejar el Dortmund tras la campaña 2014-2015, recaló en el Liverpool en octubre de 2015 en sustitución del destituido Brendan Rodgers. El alemán encajó a la perfección en la mística del club red y de Anfield y es un auténtico ídolo para la afición del pentacampeón de Europa, al que en su primer año llevó a la final de la Liga Europa, perdida ante el Sevilla (3-1).

Desde entonces, bajo el mando de este licenciado en Ciencias del Deporte por la Universidad Goethe de Frankfurt, el equipo de la ciudad de los Beatles ha ido mejorando bajo su mando y ahora intentará resarcirse de la derrota en la final de Kiev del año pasado ante el Real Madrid, amparado en el trepidante fútbol que ha inculcado a su plantilla.

Con una gran capacidad táctica para ordenar el equipo, el carismático técnico alemán ha demostrado poder adaptarse a todas las situaciones por las que ha tenido que pasar en esta Liga de Campeones, desde goleadas a favor, remontadas, hasta partidos muy igualados. Así, su manera de jugar ya ha sido bautizada como el fútbol tormenta, con la que espera por fin romper su mala dinámica en las finales, ya que ha perdido las tres europeas que ha disputado, dos de Champions (2013 y 2018) y una de Liga Europa (2016).

Enfrente tendrá a Mauricio Pochettino, que comenzó su aventura en los banquillos en 2008, dirigiendo al equipo femenino del Espanyol. Precisamente, el club catalán confió en él para hacerse con el primer equipo cuando Mané fue destituido, y logró salvar al equipo, sorprendiendo para bien a la directiva perica. En Cornellá estuvo hasta 2012, cuando en septiembre fue despedido.

No estuvo mucho tiempo sin trabajo, porque en enero de 2013 fichó por el Southampton, equipo que le sirvió para rodare y pulirse en el fútbol inglés, en el que se ha adaptó sin problemas y donde goza de una gran reputación. Un año después, en 2014, su buen hacer le llevó a firmar un contrato de cinco años con el Tottenham, donde ha logrado generar un proyecto a medio-largo plazo de garantías, con el mérito añadido de no realizar inversiones millonarias en fichaje y 0 euros para afrontar esta.

Al contrario que Klopp, Pochettino sí tuvo una carrera notable como futbolista, desempeñando el papel de defensa en el campo. Así, comenzó como central en el Atlético Newell's Old Boys, con el que ganó el título en Argentina en 1992 dirigido por Marcelo Bielsa.

Pero su época más recordada es en al que militó en el Espanyol, donde permaneció desde 1994 hasta el 2000, consiguiendo una Copa del Rey.

Tras un paso por el PSG y el Girondins, en 2004 volvió al club catalán para convertirse en el extranjero con más partidos (301) y levantar otro título de Copa del Rey. Además, fue internacional con Argentina desde 1998 hasta 2002, año en el que disputó el Mundial.

Al igual que el técnico alemán, Pochettino posee esa capacidad para adaptarse, de hecho se ha podido ver en esta Liga de Campeones que ha cambiado de sistema varias veces en un mismo partido, con defensas de tres, cuatro y cinco futbolistas. Pero la principal diferencia con su homólogo es el balón, ya que el argentino es mucho más horizontal, más pausado, le gusta tener mucho más el control y no funciona tan bien como el alemán en el desorden y el caos.

En su contra, además de que no tiene tanta experiencias en finales y esta la primera que disputa como técnico, está que solo ha ganado a Klopp en una ocasión en sus nueve enfrentamientos directos, por lo que también es un buen momento para acabar con una de sus bestias negras.
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