Manny Pacquiao, el más emocionante tras Mike Tyson y el más carismático desde Ali
Una figura carismática del deporte y la política. Una figura que crece en Filipinas. Manny Pacquiao venció por decisión dividida al estadounidense Keith Thurman en doce asaltos. Se coronó campeón wélter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Pacquiao se convirtió en el nuevo supercampeón de la división tras quitarle también el invicto a Thurman.
En el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas hizo una demostración espectacular más allá de sus 40 años. Dejó constancia de su figura, legado y proyección como uno de los grandes boxeadores de todos los tiempos. Dos jueces vieron ganar al filipino por 115-112 y 115-112, mientras que el tercero le dio la pelea al local por 114-113.
Pacquiao dejó ahora su récord en 62-7-2 con 39 KOs. Thurman, considerado a sus 30 años uno de los pegadores más duros de los pesos wélter en la actualidad, quedó con 30-1 y 22 nocáuts.
"Realmente amo a los fans, gracias por venir a disfrutar de esta pelea. Thurman no es un oponente fácil, es un excelente boxeador. Mi próximo combate posiblemente sea el año que viene", fue el balance de Manny.
Thurman admitió que "Pacquiao es un gran boxeador, uno de los mejores". "Sé que tiene una gran experiencia, me encantaría que me diera la revancha. Fue una bendición y una lección a la vez. Gracias, Manny". Kenny Bayless, el árbitro de la pelea.
Fue la decimoquinta ocasión que Pacquiao, campeón en ocho divisiones diferentes, peleaba en la MGM Arena. Thurman luchó en la cuarta defensa del título.
El filipino, que ha conseguido combinar con éxito su carrera como político en su país con su regreso al ring del más alto nivel, se mostró en gran forma ante un Thurman que vendió cara su derrota y el invicto. Pac-Man, el héreo del pueblo, permanece con todo su poder y su carisma.
En el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas hizo una demostración espectacular más allá de sus 40 años. Dejó constancia de su figura, legado y proyección como uno de los grandes boxeadores de todos los tiempos. Dos jueces vieron ganar al filipino por 115-112 y 115-112, mientras que el tercero le dio la pelea al local por 114-113.
Pacquiao dejó ahora su récord en 62-7-2 con 39 KOs. Thurman, considerado a sus 30 años uno de los pegadores más duros de los pesos wélter en la actualidad, quedó con 30-1 y 22 nocáuts.
"Realmente amo a los fans, gracias por venir a disfrutar de esta pelea. Thurman no es un oponente fácil, es un excelente boxeador. Mi próximo combate posiblemente sea el año que viene", fue el balance de Manny.
Thurman admitió que "Pacquiao es un gran boxeador, uno de los mejores". "Sé que tiene una gran experiencia, me encantaría que me diera la revancha. Fue una bendición y una lección a la vez. Gracias, Manny". Kenny Bayless, el árbitro de la pelea.
Fue la decimoquinta ocasión que Pacquiao, campeón en ocho divisiones diferentes, peleaba en la MGM Arena. Thurman luchó en la cuarta defensa del título.
El filipino, que ha conseguido combinar con éxito su carrera como político en su país con su regreso al ring del más alto nivel, se mostró en gran forma ante un Thurman que vendió cara su derrota y el invicto. Pac-Man, el héreo del pueblo, permanece con todo su poder y su carisma.
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