Muguruza no pudo con Osaka y se despidió de Melbourne. (Foto: @AustralianOpen)

Garbiñe Muguruza desperdicia dos bolas de partido ante Naomi Osaka

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Garbiñe Muguruza se despidió este domingo del primer Grand Slam de la temporada después de caer en los octavos de final ante la japonesa Naomi Osaka en tres sets (4-6, 6-4, 7-5). Un duelo de casi dos horas donde desperdició dos bolas de partido al resto y saque para ganarlo.

El final de la aventura australiana de la finalista del 2020 fue amargo. Después de haber jugado a un gran nivel y de haber tenido el billete para los cuartos de final en su mano, fue víctima de los nervios y de la reacción de su rival, campeona en 2019 en Melbourne Park.

La doble ganadora de Grand Slam parecía tener el partido controlado cuando logró ponerse 5-3 arriba en la tercera y definitiva manga. Ni siquiera tuvo que esperar a su servicio porque se puso 15-40, pero no fue capaz de aprovechar esa gran oportunidad ante una tercera favorita que se rehizo a partir de ahí y le cerró el pase entre las ocho mejores sin dejarla hacer ningún juego más.

El primer duelo entre las dos exnúmero uno del mundo fue entretenido, con momentos de gran tenis y decidido por detalles, ya que sólo tres puntos separaron a la ganadora (93) de la perdedora (90). Osaka acabó con 40 golpes ganadores, 19 de ellos con su drive, un golpe, sobre todo el cruzado, con el que hizo mucho daño a una Muguruza, más imprecisa en el momento decisivo y que labró sus opciones gracias a su servicio (8 aces). Principalmente cuando conectó primeros servicios (79 por ciento de puntos ganados), y un mejor control en la pista (28 errores no forzados por los 36 de la nipona), salvo al final.

La japonesa empezó asustando (2-0), pero la española demostró su buena mentalidad para no dejarse intimidar. Así, no sólo consiguió recuperar la rotura, sino que tuvo paciencia para esperar su momento, que llegó en el noveno juego con 4-4. Un carrusel de errores de la número tres del mundo le hizo perder el servicio y Garbiñe no perdonó para ponerse por delante.

Muguruza mantuvo su solidez y rompió de inicio en el segundo para ponerse 2-0, pero esa desventaja provocó la reacción de Osaka. La nipona pudo por fin tener más regularidad en su tenis, reducir sus errores no forzados y volver a meterse en un set que se decidió al final cuando la pupila de Conchita Martínez no estuvo acertada cuando sacaba para poner el 5-5.

Muguruza perdona

Sin embargo, la finalista del año pasado supo recuperarse a ese golpe anímico. Corrigió cierta falta de precisión cuando su rival sacaba con segundos y empezó a conectar más ganadores. Sin embargo, fue la japonesa la que tuvo la primera opción de rotura, en el tercer juego, pero la española lo salvó y ahí pareció cambiar el choque.

Osaka entregó a renglón seguido su servicio en un juego repleto de errores y Muguruza se creció para quedarse a las puertas del triunfo, con ambición y maestría para salvar un delicado momento con su saque y ponerse 5-3. Pero ya no ganaría ningún juego más, dejándose por el camino, primero, dos pelotas de partido al resto, solventadas por el saque y el drive de su rival, y posteriormente sus dos siguientes servicios, un arma que hasta entonces le había funcionado.

Garbiñe fue capaz de levantar un 15-40 con 5-4 a su favor, pero terminó cediendo el saque y sí acusó esa golpe anímico ante la japonesa, más segura entonces y que no dejó más resquicios. La presión y la precipitación pudo con Muguruza en su búsqueda de agarrarse a la tabla del súper tie-break y se despidió con decepción de Melbourne.

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