Boca Juniors y River Plate dejan toda la emoción para la vuelta del día 24

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River Plate ha cosechado un 2-2 durante su visita a la cancha de Boca Juniors en la ida de la final de la Copa Libertadores, gracias a un gol en propia puerta del defensor local Carlos Izquierdoz, que rebajó el ímpetu de la Bombonera y dejó todo pendiente para la vuelta, prevista para el 24 de noviembre (21.00 hora peninsular española).

Con un día de retraso, debido al aplazamiento en sábado a causa de fuertes lluvias caídas sobre Buenos Aires, xeneizes y millonarios abrieron la eliminatoria decisiva por el título más grande del fútbol sudamericano. Y lo hicieron con una primera parte de bastante intensidad, protagonizando claras ocasiones y de más tinte azul y oro.

Así, Ramón Wanchope Ábila inauguró el marcador sobrepasada la media hora en un lance con doble remate; su primer derechazo lo repelió Franco Armani con dificultad, pero Wanchope estuvo atento para agarrar la pelota de nuevo y conectar un fuerte zurdazo que significó el 1-0 pese a la estirada del arquero de River.

Igualó de inmediato Lucas Pratto, en un contraataque por el costado diestro que aprovechó para rematar raso y cruzado sobre la portería xeneize. Ajustó mucho su derechazo y poco pudo hacer el guardameta Agustin Rossi para desviar el balón, que besó las mallas y calmó por poco a la hinchada.

Y es que el ariete Darío Benedetto, que minutos antes había sustituido al lesionado Cristian Pavón, anotó de cabeza el 2-1 en el alargue del primer acto. Fue a la remanguillé, sin marcaje cercano de los defensores de River, después de una falta muy lejana que había botado Sebas Villa.

Pero ese tanto de Izquierdoz en propia meta, en el minuto 61 y en una jugada similar a la del segundo tanto xeneize, permitió a los millonarios equilibrar la contienda y dejar todos los escenarios abiertos. En esta final no valen doble los goles marcados en campo contrario, como sí ocurría en los cruces previos, por lo que el botín de River es menor de lo que aparenta.

El sábado 24, sobre el césped del Monumental Antonio Vespucio Liberti, se vivirá la segunda función de este Superclásico que podría suponer el séptimo título de Libertadores para Boca (tras conquistarlo en 1977, 1978, 2000, 2001, 2003 y 2007) o el cuarto para River (campeón en las ediciones de 1986, 1996 y 2015).

En el estadio de Monumental de River Plate tampoco podrán entrar los aficionados de Boca Juniors. Igual  que ha sucedido en la ida en la Bombonera. 

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